El mensaje que debía dar a conocer Ángel transformado en Elfo no le pertenecía, es decir, no era un mensaje propio sino que era un mensaje que venía de la Esencia de todo el universo. Siendo un mensajero, Ángel transformado en Elfo sabía que no debía hacer suyo el mensaje, porque corría el riesgo de que la persona que recibiría el contenido lo confundiera con el remitente, sólo debía entregarlo y retirarse una vez que Ninfa lo aceptara. Encontrar nuevamente a Ninfa fue difícil, porque la voz parásita que la poseía le dictaba nuevas mentiras a seguir, y la guiaba por caminos oscuros y tristes.
Debido a esto Ninfa se había apartado de su camino, un camino hermoso, brillante y lleno de vida. En momentos Ninfa recordaba lo feliz que había sido y no entendía en qué momento de su vida había perdido esas chispas que hacían brillar su existencia, quería recobrarlas y no sabía cómo. Ángel transformado en Elfo buscó por muchos lados, algunos le daban algunas indicaciones en dónde podría estar Ninfa, pero cuando llegaba a esos lugares, Ángel transformado en Elfo se daba cuenta que ella ya no se estaba. Por momentos Ángel transformado en Elfo se desanimaba y deseaba tragarse el mensaje para no seguir con la búsqueda. En verdad estaba desesperado, ya que llevaba mucho tiempo tras de ella y no podía concretar la entrega del mensaje.
Un día Ángel transformado en Elfo acudió a un lugar donde las hadas, duendes, ninfas y elfos iban para escuchar música espléndida y así convivir entre ellos. Ángel transformado en Elfo se recostó en unas hojas y empezó a escuchar esa hermosa música que lo extasiaba y lo hacía sentir bien, además, le gustaba el ambiente porque todos los presentes estaban alegres, contentos, felices... excepto una.
Ángel transformado en Elfo puso atención en un rincón del lugar y descubrió a una persona que no irradiaba luz, que tenía tintes verdes y amarillos y que languidecía... ¡¡Al fin!! ¡¡Era ella!! ¡¡Era Ninfa!! Ángel no lo podía creer, estaba frente a ella y era su oportunidad de acercarse y ganarse su confianza... y se dirigió a ella. Continuará
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