lunes, febrero 20, 2023

NInfa y Ángel (Capítulo ocho)

Los ojos de Ángel transformado en Elfo mostraban sorpresa e incredulidad, ahí sobre la hierba y regresándole la mirada se encontraba el ser etéreo al que buscaba desesperadamente, ahí tendida se encontraba Ninfa. 

Temerosa se hizo hacia atrás intentando escapar, pero la mirada fija de Ángel transformado en Elfo la había atrapado. Ella no recordaba el nombre de él, pero no se apartaba de ella la sensación de paz que le había provocado, y que en ese momento se hacía realidad. Sentía que corría por su cuerpo una emoción extraordinaria. Mientras tanto Ángel transformado en Elfo no dejaba de admirarla, permanecía inmóvil, estaba petrificado... no lo esperaba y no sabía qué hacer... y lo único que se le ocurrió decir en ese momento fue: 

- Hola, soy Duhal. 

Ella también sin moverse murmuró un saludo 

-Hola. 

- ¿Cuál es tu nombre Ninfa? 

Y con voz temblorosa contestó: 

- Indis, mi nombre es Indis. 

Ángel transformado en Elfo rodeó el hongo para estar más cerca de Ninfa y poder estrechar su mano, y Ninfa se alejaba más, no como una reacción de temor, más bien como una reacción de timidez. Esa emoción crecía más, era una paz que ella no había conocido, y cuando tuvo la mano de él muy cerca, extendió la suya y la estrechó. En ese momento ambos sintieron un calor en el interior de su pecho y por instantes el tiempo no existió, todo a su alrededor parecía que se detenía, y sólo existían ellos dos. 

- Duhal, perdóname por salir tan abruptamente anoche del lugar. 

- No te preocupes Indis, sólo quiero ser tu amigo. 

Aunque estaban frente a frente, Ángel transformado en Elfo debía ser prudente para darle el mensaje. Si lo decía en ese momento corría el riesgo de que Ninfa no entendiera nada y acabara por retirase definitivamente de él. Ninfa seguía en el éxtasis de esa paz, por primera vez la voz interior del mentiroso había callado. No había nada en su interior que la distrajera, que la señalara o que le dijera que no era apta. Se sentía libre y feliz, y un color rosado inundó sus mejillas, haciendo desaparecer esos tintes amarillos y verdes que eran característicos en su cara. 

Su cara iluminaba al rostro de Ángel transformado en Elfo, y él sentía que había dado el primer paso para que Ninfa se transformara totalmente... (Continuará)

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