lunes, febrero 20, 2023

Ninfa y Ángel (Capítulo quince)

Indis e Ireth volaron aprisa a través del bosque para encontrar el origen de ese estruendo, aunque en el fondo tenían mucho miedo, sabían que algo estaba sucediendo y sentían mucha curiosidad. 

Al mismo tiempo Ashtaro se levantaba atontado por unas rocas que habían golpeado su cabeza en el momento después de que la tierra se había sacudido. 

- ¡¡¡Gelmir qué sucede!!! 

- Señor la tierra tembló después de que se escuchó un gran trueno... la verdad desconozco lo que sucedió... 

- ¿La tierra tembló? 

- Sí Señor... 

- Esto me da muy mala espina Gelmir... ¿Qué sabes del elfo? 

- Sólo lo que le comenté hace un momento... pero... 

- ¿Pero qué Gelmir? ¿qué me quieres decir? 

- Según mis informes en el árbol de la hechicera fue donde se originó el tremor Señor... 

- ¿Qué? ¿qué tan seguro estás? 

- Muy seguro... 

- ¿Sabes si le pasó algo al elfo? 

- Hasta ahora no Señor... sólo sé eso... 

- Maldita bruja, seguramente Duhal no ha podido salir adelante de esta tarea... 

Mientras tanto Indis e Ireth se topaban en el camino con un duende que junto con los animales huían del lugar... 

- ¿Qué sucede duende? 

Preguntó Indis. 

- Algo terrible sucede dentro del árbol de Nindé Palantir... 

- ¿La hechicera? 

- Así es... todo a se cimbró a su alrededor, además una gran luz emana de su interior... 

- ¿Pero qué es lo que sucede en el interior? 

Y el duende se alejó rápidamente sin poder contestar 

- ¿Qué piensas hacer Indis? 

- No sé Ireth.. 

- ¿Por qué no nos acercamos a ver? 

Y en ese momento la voz interior del mentiroso que poseía Ninfa cobró fuerza... 

- Aléjate Indis, no vale la pena que vayas seguro saldrás malherida... huye ahora que puedes, vamos... ¡vamos! 

- Mejor vámonos Ireth, huyamos de aquí... 

- ¿Qué? ¡pero si estamos muy cerca del lugar! 

Y volteando de reojo Ireth alcanzó ver a una silueta... 

- ¡Abajo Indis alguien se acerca¡ 

Se escondieron atrás de unos matorrales y frente a ellas desfilaron los pies de alguien a quien conocían perfectamente... 

- ¡Es Ashtaro, Ireth! ¡ahora sí tengo mucho miedo! ¡vámonos! 

Y una vez que Ashtaro y sus lacayos se alejaron del lugar Ninfa emprendió la huida... sola... ya que Ireth decidió ir tras la gárgola. Ninfa no tardaría mucho en darse cuenta que marchaba a solas... 

 -¿Ireth? ¿dónde estás? ¡oh no! 

E inmediatamente regresó tras ella... (Continuará) 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Anteno,

Espero te encuentres mejor, una buena solución para esos problemitas estomacales puede ser tomar una cuacharadita de miel disuelta en agua, tres o cuatro veces al día, preferiblemente ingeridas una hora antes del desayuno y 2 horas después de la cena.

Pero tu problemita estomacal no es justificación para abandonarnos así en la historia, por lo que tendrás que enmendarlo con un capìtulo más para esta semana! ¿si? ¿Por fis? ;)

Anónimo dijo...

En algun momento se consumará ese amor?