- Bien Ashtaro, esperaré a ver la ninfa...
- ¿Desconfías de mi Duhal? ¿acaso no te he demostrado mi amistad?
- Para ser sinceros Ashtaro... hasta este momento no he visto tal cosa...
- Bueno... es verdad no ha habido oportunidad... pero... debo decirte algo, sí que has cambiado últimamente... ya no eres ese elfo al cual conocí... ahora me explico por qué tenías esos atributos especiales...
Duhal sabía que Ashtaro algo tramaba, ya que le estaba dando largas para decirle dónde estaba la ninfa.
- Ashtaro, dime ¿dónde está la ninfa?
- Ya oíste amigo, está en la cueva y en seguida la traen, ¿por qué no, mientras tanto me das la llama siempre viva?
- No Ashtaro, hasta que vea a la ninfa.
Ireth ya se dirigía hacia donde se encontraban Duhal y Ashtaro, pero fue sujetada por Indis...
- ¿Qué crees que haces Ireth?
- ¿Que qué creo que hago? Trato de ayudar al elfo o al ángel o lo que sea, de las mentiras de Ashtaro, ven y ayúdame...
La voz interior que le mentía a Indis apareció y le aconsejaba...
-Te lo dije... ese elfo ocultaba algo... esa paz que sentías era sólo para atraerte... él sólo quería hacer algo contigo, si no ¿entonces por qué tanto interés en ti?... ahora es cuando debes aprovechar la situación... lo que deseas es esa paz, ve por ella, seguro está en la llama siempre viva, hazla tuya...
- Espera Ireth voy contigo, si a la que quieren es a mi, entonces iré yo.
- ¡¡¡Señor, Señor, he regresado, aquí tengo a la ninfa!!!
Gritaba Gelmir a Ashtaro
- Ves Duhal... no había por que desconfiar...
- Muy Bien Ashtaro ponla cerca de mi y te daré lo que pides...
- No tan rápido Duhal, ¿qué te parece si pongo el costal con la ninfa junto al árbol y una vez que me des la llama, vas por ella... recuerda que yo no desconfié primero...
- Me parece justo Ashtaro, déjala ahí pues...
- Perfecto Duhal... perfecto... ¡Gelmir! ¡deja el costal con la ninfa junto al árbol!
- Sí Señor, sí Señor...
En el instante que Gelmir dejó el costal lleno de pieles junto al árbol, Duhal comenzó a brillar con más intensidad, y de su pecho un fuego se formó... La silueta del ángel se transformaba, se hacia más grande, sus alas se extendían majestuosamente... y Ashtaro y sus lacayos quedaban absortos... Duhal tomó entre sus manos el fuego y en la medida que lo alejaba de su cuerpo, él se transformaba en el elfo que todos conocían... Ashtaro estiró los brazos y abrió las manos para recibir el fuego...
- ¡¡¡Espera Duhal!!! ¡No entregues la llama! ¡Ese costal esta vacío! ¡Mírame, estoy libre!
Ángel transformado en Elfo quedó sorprendido al ver a Indis del otro lado del árbol... (Continuará... últimos capítulos)
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