lunes, febrero 20, 2023

Ninfa y Ángel (capítulo tres)

Ángel transformado en Elfo caminaba hacia Ninfa y su corazón latía rápidamente, hacía mucho tiempo que no sentía ese torrente en el pecho, era una gran emoción... Y cruzaban por su mente las maneras en que podría ganarse su confianza, pero eran tantas que le generaban confusión... 

Dos duendes se cruzaron en su camino y lo hicieron trastabillar y casi cae sobre unas hadas que alegres jugaban en un árbol, esto hizo que por instantes perdiera de vista a Ninfa, y cuando la buscó se dio cuenta que un ser extraño la había tomado de la mano y caminaba junto a ella dirigiéndose a la salida del lugar. 

Ángel transformado en Elfo experimentó una sensación de vacío y quiso correr hacia ellos, pero una Gárgola lo tomó por el hombro y lo detuvo súbitamente. 

- ¡Suéltame, debo salir! - Gruñó Ángel transformado en Elfo. 

- ¿Así que tienes prisa? 

- Eso es algo que no te interesa 

- Pero veo que Ninfa sí te interesa 

Y la Gárgola entrecerró los ojos y mostró una sonrisa. Ángel dejó de forcejear, miró fijamente a la Gárgola y le preguntó: 

- ¿La conoces? 

Gárgola asintió y lo invitó a sentarse en unas rocas junto a una orquesta de hadas musicales. Sin saber por qué, Ángel transformado en Elfo lo siguió y permaneció inmóvil unos instantes, mientras Gárgola se ponía cómodo y bebía néctar de una flor. 

- ¿Cuál es tu nombre? - preguntó Gárgola. Pasmado Ángel transformado en Elfo murmuró: 

- ¿mi nombre?, ¿no sería más importante que me dijeras quién eres tú y por qué me detuviste? 

- Es verdad, perdón por ser tan descuidado, mi nombre es Ashtaro. Sabes... ¿cómo dices que te llamas?

- Duhal 

- Bien Duhal, hace tiempo que conozco a esa ninfa, viene seguido a este lugar, y se dice que anda en busca de las chispas de alegría que ha perdido. Yo puedo hacer que se conozcan, veo que te interesa saber más de ella, pero sabes... necesito de tu ayuda... 

- ¿Mi ayuda? ¿qué tipo de ayuda?  

- Unos Gnomos me contaron de ti, me dijeron que tienes algo especial que transforma a los seres etéreos, que los haces dóciles y que son capaces de volver a soñar. 

- Es absurdo lo que dices, deberías asegurarte de esos Gnomos, tal vez te quieren engañar. 

- No finjas Duhal, sé muchas cosas de ti, no todas pero sé lo suficiente, y Ninfa puede alejarse de ti...

Ashtaro al terminar de decir esto volteó hacia un árbol e hizo una mueca y uno de los gnomos a su servicio salió del lugar. Momentos después ese mismo gnomo regresaba tomado de la mano de Ninfa, quien caminaba tambaleándose y a punto de caer... (Continuará)

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