lunes, febrero 20, 2023

Ninfa y Ángel (Capítulo final)

-¡Indis, devuélvela de inmediato! 

-¡De ninguna manera Ireth!, este es el momento que siempre deseaba, siempre había querido experimentar esta paz interior, y nadie me la va a quitar. Estoy harta de que todos los seres me digan qué es lo que tengo qué hacer, y con esta llama seré libre y nada ni nadie lo va impedir. 

- Indis estás diciendo tonterías, escucha al elfo por favor... 

-¡Indis por favor regrésame esa llama, te vas a hacer daño! 

Y al escuchar esto la ninfa giró hacia el elfo y por un momento parecía que le ponía atención... 

 -Escucha Indis, la voz interior de la mentira te está mal aconsejando, si no sabes mantener esa llama te hará ruin y te destruirá... 

- ¿Y cómo es que me va a destruir si es una llama que da paz? 

- Pues porque la voz interior se nutre de energía, y cuando absorbe a la llama crece en forma de soberbia. Indis corres peligro, dámela antes de que sea demasiado tarde. 

Mientras discutían, ninguno se dio cuenta que Gelmir trepaba por los árboles con la intención de apoderarse de la llama. Despacio subía y subía rogando no resbalar de las ramas y caer. En el momento menos pensado el lacayo de Ashtaro saltó sobre la ninfa y arrebató de sus manos la llama siempre viva, ésta se precipitó y mientras caía incendiaba parte de los árboles. El lacayo voló y terminó dándose un fuerte golpe justo a los pies de la gárgola. Ashtaro tomó la llama, y ante los ojos atónitos de las ninfas y el elfo, se dispuso a ponerla en su pecho. Inmediatamente la gárgola se convulsionó, y desde el interior de su cuerpo grandes rayos de luz eran emitidos con mucha fuerza. Todos los presentes no soportaban esa energía, por su magnitud eran obligados a cerrar los ojos y a taparse la cara. Las Ninfas regresaron a tierra firme junto al elfo mientras presenciaban la escena. Después de unos instantes la luz cesó, y pudieron ver la silueta de la gárgola en pie. Se veía diferente, jovial y recalcitrada. Era como si se le hubieran quitado de encima muchos años, tenía un brillo en sus ojos... 

-Aaaah, que bien me siento... es increíble esta sensación... 

-Ashtaro, no sabes lo que acabas de hacer, dame la oportuidad de ayudarte... 

-¿Qué dices Duhal? ¿Acaso piensas que me vas a engañar? 

-De ninguna manera Ashtaro, pero aún es tiempo de sacarte la llama, antes de que salgas perjudicado...

-¿Perjudicado? pero si estoy mejor que nunca... 

-Ashtaro, entiende, la llama es la forma de energía más pura que existe en el universo, y al entrar en un cuerpo que no está inmaculado, tiende a destruirlo hasta que queda completamente purificado... y se reduce a cenizas... 

-Mira Duhal, yo no sy tan fácil de engañar, cumpliste con la parte del trato y ahí está la mía, tienes a la ninfa ¿no?, así que ya no me quites el tiempo... 

 Justo cuando terminaba esta frase un hilo de sangre comenzó a correr desde su nariz, e inmediatamente sintió un fuerte dolor en la cabeza y el pecho. 

-¿Qué sucede Duhal?- preguntó Ireth... - El proceso de purificación ha iniciado, ya es muy tarde para la gárgola... 

El dolor era insoportable y doblegó a la gárgola, de sus oídos también escurría sangre así como también de su boca. 

 - ¡¡¡Duhal ayúdame, por favor, este dolor es insoportable!!! 

- Ashtaro... ya no puedo hacer nada... en absoluto... 

Esa misma energía que le había dado vitalidad momentos antes, ahora era la encargada de destruirlo lentamente, paralizándolo por completo, su piel se tornaba roja, y después negra, de su cuerpo salía humo, como si lo estuviera asando desde el interior. Los gritos eran ensordecedores y la imagen era terrible. Ambas ninfas se tapaban la cara para no ver cómo se consumía en su presencia la gárgola. Gelmir no lo podía creer, y un pánico lo lleno, e inmediatamente salió corriendo para perderse entre lo espeso del bosque. Los árboles que los rodeaban eran los testigos mudos que daban fe del poder de la llama siempre viva... Al terminar el proceso de purificación, la llama quedó suspendida en el aire, como si esperara ser tomada por alguien... Indis e Ireth quedaron petrificadas de miedo, y observaron cómo Duhal se aproximaba a la llama. Y tomándola entre sus manos se dirigió hacia las ninfas. 

-Miren ninfas, esta es la forma más pura de energía en el universo, y no puede ser poseída por nadie, excepto por la criatura para la que fue hecha. Cada ser en el universo posee una energía de este tipo. Pero algunos, como ustedes la han encerrado en lo profundo de su existencia. 

-¿Y cómo sabemos que la tenemos?- preguntó Indis... 

-A eso he venido, a decirte que la forma de sacar esa luz, que la forma de volver a poner esa energía al servicio de los seres del universo es a través del amor, el cariño y la confianza en sí mismo... Ireth, tienes mucho que hacer aún, tu valor y lealtad te darán la recompensa que tanto anhelas... Indis, eres hermosa, no hay ningún ser como tú, eres irrepetible en el universo, deja que el amor fluya en ti... 

Y acercándose más, les otorgó un beso en la frente a cada una... inmediatamente una sensación de fuego las recorrió... y Duhal se elevó sobre ellas, al mismo tiempo que se transformaba en Ángel... Pero la misión apenas iniciaba... aún quedaba regresar con Nindé... (FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA)

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