Nindé Palantir permanecía inmóvil, era tanta la luz que le impactaba que era imposible poder ver más allá de su nariz.
- Nindé dame esa llama.
- Jamás Duhal... tendrás que hacer algo más que esto. No va a ser tan fácil.
- Sé que tu corazón es de roca, escucha lo que te digo ahora...
- No deseo escucharte...
- Nindé, desde que me arrebataste la llama no he vuelto a sentir el cariño de los demás, me encerré en mi ser porque tuve miedo de volver a experimentar ese dolor que contigo sentí... ese dolor que a nadie le deseo... dame esa llama...
- ¿Ah sí? ¿y qué gano de todo esto Duahl?
- Permaneceré contigo por siempre...
- ¿Por siempre? Ese es un precio muy alto a pagar... sólo algo que vale la pena tiene el precio de tu libertad... ¿de qué se trata Duahl? no tan fácil te entregas por algo trivial...
- Nindé... sólo te puedo decir que es mi misión... y si debo perder mi libertad por obtener esa llama... así lo haré...
- ¿y si no te la entrego qué va a pasar? ¿seguirás manteniéndome con esta energía hasta que desaparezca? recuerda Duahl... si yo me extingo... la llama se va conmigo...
- Por eso te suplico que me la entregues...
- ¿No sería mejor que yo mantuviera la llama y que además no te dejara salir de aquí?
- No Nindé, en ese caso... prefiero que la llama se extinga junto contigo...
Inmediatamente al terminar de decir esto, la energía de Ángel transformado en Elfo aumentó de tal manera que la hechicera no podía soportarlo...
- ¡¡¡Aaaaaaaaaah!!! ¡¡¡ detente elfo, detenteeee!!! ¡¡¡está bien tú ganas te daré la llama, te la dareeeeee!!!
Ángel transformado en Elfo bajó los brazos e hizo cesar el rayo de luz.
- Duhal sólo espero que cumplas con tu parte...
- No debes preocuparte Nindé, sabes que cumpliré mi palabra, no te arrepentirás...
A las afueras del árbol de la hechicera aguardaba en silencio Ashtaro, asechando... Y algunos arbustos atrás de él se encontraban las dos ninfas que discutían en voz baja...
- Ireth ¿cómo es posible que arriesgues tu vida de esta manera? ¡alejémonos de aquí!
- No Indis esto es extraño, y esta gárgola se trae algo entre manos...
- ¿Y qué piensas hacer? no seas tonta , no puedes hacer nada...
- No importa, soy muy curiosa Indis... quiero saber qué sucede aquí...
Del árbol se escuchó un ruido y empezó abrirse la puerta metálica muy lentamente... (Continuará)
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