Ninfa no lo podía creer, apenas la noche anterior le había pedido a la luna encontrar nuevamente al Elfo que le hizo sentir esa paz inexplicable. Ángel transformado en Elfo aún le sonreía a Ninfa y cayó en cuenta que todavía sujetaba la mano de ella.
Él hizo un movimiento rápido para retirar su mano y esconderla en su espalda, mostrando algo de torpeza, resultado de no poder controlar sus emociones. Era extraño, porque siendo un Ángel transformado en Elfo era difícil que algo lo intimidara. En eso estaban cuando...
- ¡Mi estimado Duhal, qué gusto de encontrarte!
Exclamó Ashtaro, la gárgola, quien iba acompañado de dos gnomos, mismos que provocaron que Ninfa se incorporara de donde estaba sentada y sintiera temor. Al estar de pie la voz interior del mentiroso se escuchó con fuerza:
¡Huye! ¡este elfo te va a entregar a la gárgola!.
En seguida salió volando presa del pánico por creerle a la voz interior del mentiroso, en instantes su rostro recobró esos tintes amarillos y verdes, y el tono rosado se había esfumado. Desesperado Ángel transformado en Elfo hizo el intento por sujetarla, pero los gnomos lo impidieron tomando a Ángel de la espalda.
- ¡ja ja ja ja! parece que al fin cruzaste palabra con ella Duhal... ¿y de qué platicaban?
- Ashtaro, creo que eso no es de tu incumbencia
Murmuró Ángel transformado en Elfo cuando apretaba los dientes de coraje.
- Claro que me importa Duhal, claro que me importa... recuerda que tú y yo tenemos un trato, y todo lo referente a esa Ninfa me atañe... ¿o ya lo olvidaste?
Entrecerrando los ojos, Ángel transformado en Elfo movió la cabeza de un lado a otro indicando que no había olvidado su promesa, y volteando sobre su hombro dirigiendo su mirada hacia las copas de los árboles, observó como Ninfa se alejaba rápidamente. Cuando ya no fue capaz de ubicarla, Ángel transformado en Elfo puso su vista sobre la gárgola.
- Y bien Ashtaro... ¿qué es lo que deseas?
- Mi estimado Duhal, no me mires con esa rabia, me haces creer que tienes un interés más de lo normal en esa ninfa..
Temiendo ser descubierto, Ángel transformado en Elfo, cambió su tono de voz y buscó una evasiva:
- De ninguna manera amigo, sólo que apareciste de una manera sorpresiva y no te esperaba tan de repente.
- Así soy Duhal, sorpresivo e implacable... y ahora es el momento en que necesito de tu ayuda, y espero que aceptes sin titubeos... Y la gárgola y sus dos ayudantes gnomos estallaron en carcajadas como antesala a la petición que se le iba a a hacer a Ángel transformado en Elfo... (Continuará)
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